Sobre Nosotros

Partido Comunista del Ecuador Comité Provincial de Pichincha
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¿Quiénes Somos?

Somos el Comité Provincial de Pichincha del Histórico Partido Comunista del Ecuador, la Organización de Ricardo Paredes Romero, Jesús Gualavisí, Dolores Cacuango, César Endara, Joaquín Gallegos Lara, Newton Moreno, Tránsito Amaguaña, Oswaldo Albornoz Peralta, Neptalí Ulcuango, Enrique Gil Gilbert, Edwing Pérez y de Gustavo Iturralde. Somos el Partido de las Clases Populares, de los Obreros y Campesinos, de los Pequeños y Medianos Comerciantes y Emprendedores Nacionales. Somos el Organismo Político Natural del Pueblo Ecuatoriano siempre presente en sus Luchas por construir una Sociedad con Verdadera Justicia Social.
Con la tecnología de Blogger.
miércoles, 23 de noviembre de 2016

postheadericon Jueces Correístas Amenazan de Muerte y Agreden con impunidad a miembros de la Fuerza Pública






martes, 22 de noviembre de 2016

postheadericon Urgente: Comunicado de Conaie sobre Nankins



Conaie exige respeto a los territorios ancestrales de nuestros pueblos originarios, frente a la militarización y despojo dirigido por el gobierno de "Alianza Pais".
martes, 25 de octubre de 2016

postheadericon Jorge Glass hablando de Carlos Pareja Yanuzzelli y Alex Bravo




Para más información revisar las denuncias en los siguientes links:


-> USD 2.200 millones se gastó en Refinería Esmeraldas, mil millones más del anuncio oficial 

->Alex Bravo y los paraísos fiscales de la Revolución

->Sangre Azul en los Negocios Verdes

viernes, 14 de octubre de 2016

postheadericon Discurso del c. Edgar Sarango(Presidente de la Confederación de Trabajadores del Ecuador) durante el XVII Congreso de la Federación sindical Mundial (FSM)


domingo, 11 de septiembre de 2016

postheadericon Ni de izquierda ni de derecha? El movimiento indígena y su posición ideológica.






 

Hace un par de meses cierto funcionario público indígena auspiciado por el movimiento Pachakutik indicaba que “es hora de dejar las ideologías un lado, hay que buscar la unidad no me importa si son de derecha o de izquierda” decía en relación a las alianzas que Pachakutik y el movimiento indígena debería hacer para enfrentar el proceso electoral de 2017. Llega incluso a postular que “con el principio fundamental de la plurinacionalidad, interculturalidad, democracia, la libertad podamos converger diferentes actores políticos, económicos, sociales […] el tema de la plurinacionalidad, de la interculturalidad rebasa aquellos esquemas tradicionales de pensar izquierda, centro, derecha”.


Este tipo de declaraciones y posturas políticas “más allá de la izquierda y la derecha” que se repiten y sostienen con frecuencia dentro del movimiento indígena bajo el argumento, incluso, de un colonialismo, de un origen “occidental” de dicha distinción política, contraponen una supuesta posición a-ideológica y a- política de los pueblos indígenas a las posiciones históricas del movimiento. En el fondo se mira un profundo desconocimiento del recorrido histórico y político de dicho sujeto, sumado a la influencia de, justamente ideologías posmodernas y neoliberales como el multiculturalismo, que estuvieron en auge y tienen todavía resonancia en ciertos segmentos del movimiento indígena.


De todas formas, el debate en torno a la distinción política del movimiento indígena no es nuevo, las diferentes organizaciones la han sostenido, y se podría decir que de alguna forma se han sentado ciertos postulados básicos sobre el tema desde las propias organizaciones y sobre todo desde las experiencias concretas de vida de los pueblos indígenas, que, como bien se sabe, han sido sometidas a la dominación colonial europea, y a la explotación capitalista moderna en la época actual.


Estas experiencias de dominación y explotación colonial y capitalista moderna a las que hemos estado sometidos los pueblos indígenas a lo largo de la historia han llevado a nuestras organizaciones a tomar una posición política ideológica con respecto a esa realidad, optar por la lucha contra ese modelo de vida que oprime a los pueblos y la naturaleza para sostener la acumulación infinita de valor capitalista.


Bolívar Echeverría sostenía en uno de sus ensayos que


…el ser de izquierda debería definirse a partir de esta actitud de resistencia y rebeldía frente al hecho de la enajenación, de la perdida de sujetidad en el individuo y en la comunidad humana y del sometimiento idolátrico a la misma […] En el origen y en la base del ser de izquierda se encuentra esa actitud ética de resistencia y rebeldía frente al modo capitalista de vida civilizada (2006: 262).


En otras palabras, ser de izquierda se define en torno a la lucha contra ese modelo de vida que se apropia del trabajo humano y de la naturaleza con la única finalidad de acumular valor, contra un sistema que despoja la soberanía para decidir, autodeterminar los destinos individuales y colectivos de nuestras sociedades para en su lugar colocar los ideales, los objetivos afines a la acumulación capitalista, la competencia salvaje, el individualismo, la explotación de la naturaleza y el ser humano y el consumismo de las mercancías capitalistas.


Si miramos la experiencia histórica de las luchas de los pueblos indígenas a lo largo de América Latina, primero contra el despojo colonialista de territorios, y sometimiento de nuestras poblaciones a los conquistadores, y luego contra los estados nacionales y el capitalismo moderno que continúan despojando territorios, ya sea como hacienda o como campos petroleros, mineros, explotando el trabajo de campesinos indígenas, nos daremos cuenta que nuestra opción política ideológica no puede estar en otro lado que no sea la izquierda.


Pero la postura política de las organizaciones indígenas no sólo nace de una voluntad individual o colectiva de serlo, sino, como dijimos de las experiencias concretas de lucha a lo largo de la historia. En este sentido es necesario mantener la memoria de lucha y organización para que sirva como guía de acción en el presente y futuro. Hay que recordar que la Ecuarunari, la mayor organización indígena de la sierra ecuatoriana, en la década de los setentas nació en medio de la influencia y del trabajo conjunto con organizaciones de izquierda, tales como sindicatos, grupos cristianos de base junto a la propia experiencia de lucha de las comunidades.


Para esa época ya se planteó un duro debate acerca de si las organizaciones indígenas están o no en la izquierda, o si sus luchas pueden incluirse en ese espectro político. De estas discusiones salió la famosa afirmación de “ver con los dos ojos, como pobres, y como indios”, es decir, asumiendo que las condiciones de vida de explotación campesina indígena tanto en el campo como en la ciudad, tenían una base estructural socio- económica que producía pobreza y exclusión a los indígenas.


Pero al mismo tiempo, las reflexiones sobre el proceso específico de la conquista y el colonialismo sufrido por los pueblos de Abya Yala llevaron a la conclusión de que había que tomar en cuenta la dimensión étnica - identitaria del problema indígena que se entretejía, y sigue aún en la actualidad, con la estructura económica de los estado nacionales. El llamado “problema indígena” para la CONAIE, definido en su proyecto político no es de esta forma una cuestión sólo de índole cultural, sino fundamentalmente político económico, sobre la cual se liga la dimensión identitaria,


[…] el “problema del indio”, no es únicamente un problema pedagógico, eclesiástico o administrativo como señalan los sectores dominantes, sino que fundamentalmente es un problema económico-político estructural, y por lo mismo un problema nacional… (1994: 7).

En ese sentido, las poblaciones indígenas hemos sido y en la mayoría de los casos seguimos sufriendo una doble opresión, como explotados, lo cual nos une a otros sectores de población afro y mestiza. Como indígenas una dominación cultural sustentada en la hegemonía económica de las clases burguesas del país y de latinoamérica. Grupos sociales enteros oprimidos, reprimidos, jerarquizados y muchas veces exterminados bajo la estructura del poder estatal moderno capitalista.


La lucha indígena ha tenido y tiene, entonces, que enfrentar el carácter estructuralmente oligárquico y estructuralmente racista de los estados nacionales (Echeverría: 268), entendiendo que esas luchas no pueden darse por separado en tanto la explotación y el racismo en latinoamérica se han desarrollado históricamente de la mano, colocando en el orden mando-obediencia a las clases burguesas – blanco mestizas por un lado y a los pueblos indígenas, mestizos y afros en el otro. Por tanto, mirando la experiencia histórica de lucha de los pueblos indígenas contra la explotación y el racismo, es muy difícil pensar en una especie de paz entre dominados y dominadores, donde no cabrían ideologías ni posturas políticas como pretenden ciertos dirigentes y líderes indígenas actuales.


Uno de los argumentos que muchas veces se señalan para sostener que los pueblos indígenas “no somos de izquierda ni de derecha” es que no habríamos sido parte del desarrollo histórico del occidente capitalista moderno, es decir que nuestros pueblos han cruzado la historia sin ser tocados por Europa. Retomando a Eric Wolf, podemos decir que es imposible pensar el desarrollo histórico de los pueblos indígenas de forma aislada a la historia del occidente capitalista moderno, como si nuestras historias no estuvieran entrecruzadas.

Al respecto dicho historiador indica:



…mientras más etnohistoria sabemos, más claramente emergen ‘su’ historia y ‘nuestra’ historia como parte de la misma historia. Así pues no puede haber ‘historia negra’ aparte de la ‘historia blanca’, sino solamente un componente de una historia común, suprimido u omitido en los estudios convencionales por razones económicas, políticas o ideológicas (1987: 34).


Añadimos, no hay desarrollo histórico indígena aparte del desarrollo histórico del capitalismo moderno, el desarrollo de este último se sustentó sobre el despojo de los pueblos indígenas como bien es sabido. Por tanto, la experiencia concreta de nuestros pueblos nos muestra que las mismas estructuras de explotación y racismo en América Latina unen a los dominadores y dominados en una lucha histórica, los unos, ubicados a la derecha, por conservar sus privilegios de clase y etnia, los otros, los pueblos indígenas y sectores populares, por emanciparse de ellas, ubicados por tanto a la izquierda, desde el momento mismo de la conquista.


Sobre estas bases el proyecto político de la plurinacionalidad no puede ser entendido como un lugar vacío donde convergen alegremente dominadores y dominados sin más. La plurinacionalidad es una


[…] opción frontal contra el sistema económico, político e ideológico capitalista hegemónico, represivo y esclavizante […] que impide la autodeterminación y la independencia económica y política de los Pueblos y Nacionalidades Indígenas, y de los demás sectores sociales del Ecuador (CONAIE, 1994: 7).


Y por tanto, mal podemos pensar que los sectores dominantes de nuestros países hagan suyo el proyecto de la plurinacionalidad cuando este, en su dimensión más subversiva, atenta contra sus intereses económicos, contra la estructura estatal uninacional y capitalista y contra la hegemonía cultural que privilegia sus prácticas sociales y culturales en desmedro de la de los sectores populares incluidos los indígenas y afros.


La plurinacionalidad y la interculturalidad deben ser entendidos por las organizaciones indígenas y por la sociedad en general como una alternativa a la destrucción del ser humano y la naturaleza en las fauces de la producción capitalista. Una alternativa nacida, no en las urbanizaciones privadas de las élites y oligarquías, ni en los salones de lujo de las grandes empresas capitalistas, sino en las luchas diarias de las comunidades campesinas indígenas, en los mercados populares, en los barrios empobrecidos y llenos de migrantes indígenas en las grandes ciudades de latinoamérica. Es un proyecto de resistencia y rebeldía al dominio explotador, y por tanto es un proyecto de izquierda.


Sustentar lo contrario, sería hacernos eco de posturas ideológicas (como falsa conciencia) que promueven un mundo post ideológico y post político donde no tendría ya cabida las luchas y los conflictos entre grupos antagónicos de la sociedad (Mouffe, 2007), y que en su lugar nos pintan con cinismo un mundo feliz con la destrucción diaria de la naturaleza, de pueblos y seres humanos a manos del capital.


De ahí que en el actual proceso de elecciones que se acercan en el Ecuador, el movimiento indígena debe tener clara su posición política frente a la realidad, y a las alianzas políticas con otros sectores de la sociedad, para desde allí poder construir una estrategia coherente con su historia y objetivos. Hay que ser claros, esa historia y el proyecto político indígena impiden aliarse con quienes han sido y son los representantes políticos de las clases privilegiadas de este país (sea en versión oligárquica, nueva burguesía, o militares). Al contrario, la historia indica que los aliados naturales del movimiento indígena esta en otras partes, como decían los zapatistas, abajo y a la izquierda, es decir con los sectores empobrecidos, con las mujeres populares, los ecologistas, y todo sector que de una u otra forma hagan frente a la injusticia del capitalismo moderno.


Una última cuestión. Llegar al poder del estado entendido como un fin en si mismo, sin un proyecto claro de los objetivos de tal acción, lo único que puede provocar es que dicha maquinaria, a lo mucho nos permita darle unos toques de barniz para que no parezca tan terrible. El movimiento indígena no lucha por tener el poder por el poder en sí, sino para construir un nuevo poder, lo cual implica, como se sabe, la transformación del estado moderno capitalista en un “estado” plurinacional, una nueva organización política que este libre de explotadores y explotados, de dominadores y dominados, donde las personas y las colectividades humanas podamos auto-determinar nuestro destino libremente, por fuera de las coerciones del capital.



Referencias bibliográficas


CONAIE (1994). Proyecto político de la CONAIE. Quito: Tinku.


Echeverría, Bolívar (2006). “¿Ser de izquierda, hoy?”. En Vuelta de Siglo: 261-270 pp. México DF: Ediciones Era.


Mouffe, Chantal (2007). En torno a lo político. México DF: FCE.
 


Artículo escrito inicialmente para Revista Digital AMAWTAY No 7, enero- abril 2016. Quito - Ecuador. por Inti Cartuche Vacacela


miércoles, 24 de agosto de 2016

postheadericon Pavel Blanco: 'No hay imperialismo menos malo, todos significan explotación, rapiña, saqueo, guerra, muerte'




Entrevista especial con Pavel Blanco, Secretario General de Partido Comunista de México

ICP, 20 de Augosto 2016

ICP: En los últimos años, la violencia en México, así sea relacionada con los grupos narcotraficantes, o así sea parte de la clara actividad paramilitar contra las fuerzas, organizaciones y personas progresistas y sobre todo comunistas, estuvo aumentando de manera obvia. Su Partido, el PCM, también ha sufrido ataques de parte de estas fuerzas paramilitares; cuales son las causas objetivas de esta ola de violencia y cuales son y serán las consecuencias de esta situación en el marco de la lucha de clases desde la perspectiva de la clase obrera? Y también, cual es la relación de esta situación con el imperialismo estadounidense que nunca dejó de marcar su presencia en México?

Pavel Blanco: En primer lugar un saludo muy fraterno para éste medio informativo del Partido Comunista, de Turquía, con el que estamos hermanados y con el que compartimos trincheras comunes para el reagrupamiento revolucionario del movimiento comunista internacional. Aprovechamos para reiterar nuestra solidaridad frente a los acontecimientos políticos que convulsionan la lucha de clases allá.

En México puede demostrarse literalmente aquello que expresaba Marx del capitalismo chorreando lodo y sangre por todos sus poros. La ola de violencia que nos estremece, con más de 200,000 muertos en 10 años no es una falla del sistema, sino la consecuencia lógica del capitalismo que es barbarie, terror, incertidumbre, hambre, muerte. La llamada guerra del narcotráfico, en la que está directamente involucrado el Estado mexicano, es un proceso de reacomodo de mercados, rutas, socios, para el control de tal negocio, que además se blanquea rápidamente con las inversiones financieras, inmobiliarias y también productivas, y nos referimos no solo a la agroindustria, sino a ramas como la metalmecánica, la siderurgia, y al extractivismo. Es pues un proceso de ampliación de la acumulación, una nueva rama de la economía que tiene rápidamente reflejos en la política, con dineros que compran partidos, candidatos, o funcionarios ya electos, presidentes municipales, diputados, senadores, gobernadores, y que influyen fuertemente en la Presidencia de la República.

Y en esta dirección es necesario sembrar el terror, desmovilizar, inmovilizar, para evitar cualquier posibilidad de protesta y oposición al despojo de tierras y territorios, evitar la organización sindical o popular para impedir los procesos de sobreexplotación.

Es muy llamativo que se impulse un desplazamiento de población que diezma ciudades como Ciudad Juárez o deja desolados poblados y territorios, como en Tamaulipas, paradójicamente después de que los habitantes fueron expulsados y remataron sus viviendas y terrenos, en esas zonas fueron encontrados nuevos pozos petroleros o zonas mineras.

Las organizaciones populares sufren tal terrorismo de Estado, las expresiones clasistas de los trabajadores de la educación, la Federación de Estudiantes Campesinos Socialista de México (a la que pertenecen los 43 estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa) y por supuesto el PCM, ya que cinco camaradas, entre ellos Raymundo Velazquez quien era el Secretario Político en esa región, fueron asesinados en Guerrero por oponerse a la presencia de mineras canadienses, o el camarada Enrique López, miembro de nuestro Comité Central, actualmente desaparecido en Tamaulipas; además de varios presos, así como camaradas sujetos a procesos judiciales. Queremos aclarar que consideramos que es la consecuencia de tener una posición especifica en la lucha de clases, es decir de luchar por la Revolución, que sólo aquellos que no hacen nada están al margen de la posibilidad de sufrir golpes.

Es verdad que el centro imperialista norteamericano tiene grandes intereses, y que fue quien promovió desde finales de los 70 las operaciones del narco en México, en concierto con grupos colombianos para financiar la lucha contra la insurgencia en Nicaragua y otros países de Centro América, ello no es un secreto, más también hay que subrayar la presencia de capitales chinos, apropiados del importante puerto de Lázaro Cárdenas Michoacán, donde es conocido que intercambian el acero por químicos necesarios para procesar la materia prima en droga.

Queremos detenernos en ésta cuestión que es teórica y práctica: en México, y podríamos asegurar que en casi toda América Latina se identifica al imperialismo con el imperialismo norteamericano, lo que genera graves problemas estratégicos y errores políticos constantes. En el PCM tenemos la evaluación de que el imperialismo es la fase actual del capitalismo y que se caracteriza por ser un capitalismo de los monopolios, ello significa que para nosotros el imperialismo no es solo algo exterior, sino interior. Se habla del imperialismo norteamericano y se olvida el combate al centro imperialista de la UE, o al acuerdo interimperialista que articulan Rusia y China, y se llega a ver con simpatía otros acuerdos interestatales entre economías capitalistas, como el MERCOSUR. Para nosotros la lucha antiiimperialista no es antinorteamericanismo, sino antimonopolismo, y pasa por confrontar a los monopolios de nuestros país y a cualquier centro imperialista, no hay imperialismo menos malo, todos significan explotación, rapiña, saqueo, guerra, muerte.

ICP: Hay millones de ciudadanos de México y descendientes de Mexicanos en Estados unidos, su inmensa mayoría es parte de la clase trabajadora del dicho país. Estados Unidos nunca fue un ejemplo de integración y aceptación pero en los últimos años la xenofobia se aumenta de manera importante en los Estados Unidos, y los Mexicanos como grupo inmigrante mas grande de Estados Unidos se encuentran bajo una represión fuerte. Que opinan de la presencia y el papel de los trabajadores Mexicanos en la lucha de la clase obrera en los EE.UU. y el carácter de clase de la xenofobia en EE.UU.?

PB: Hay cerca de 20 millones de trabajadores mexicanos o de origen mexicano en los EEUU, y aumentan día tras día, y año tras año; es nuestro deber contribuir a su conscientización y organización; durante el proceso de la Revolución democrático-burguesa del siglo anterior los trabajadores mexicanos en los EEUU fueron un bastión de la lucha antidictatorial que apoyaban política y financieramente a las fuerzas revolucionarias de nuestro país; el fenómeno migratorio se disparó con la Segunda Guerra Mundial, y según la necesidad de mano de obra, la frontera norteamericana y los mecanismos antiinmigrantes se flexibilizan o endurecen; cada cierto tiempo se recrudece la xenofobia, el racismo, no solo contra los trabajadores de origen mexicano, sino de todas las nacionalidades que por razones económicas arriesgan su vida para buscar un trabajo ahí.

Es un deber del PCM, en el que estamos incursionando, luchar por organizar a los trabajadores mexicanos para apoyar el proceso revolucionario en nuestro país y también para intervenir en la lucha de clases, por sus derechos y reinvindicaciones junto a los trabajadores norteamericanos y de otras nacionalidades, que son explotados en los EEUU. Ello pasa por contar con estructura partidaria en las fronteras, con lo que vamos avanzando, y por empezar a tener células del PCM entre los trabajadores mexicanos en los EEUU.

Es claro que el carácter de clase del racismo es uno de los pilares ideológicos de la dominación imperialista, que ataca a todos los trabajadores.

ICP: Donald Trump ya es oficialmente el candidato republicano para las elecciones presidenciales, se le conoce por su retórica anti-inmigración, anti-obrero y muy claramente racista, hacia los Mexicanos en particular. Que es lo que espera a los trabajadores Mexicanos en EE.UU. si sale electo Donald Trump y la misma pregunta también para la clase obrera nativa en Mexico? 

PB: Gane la señora Clinton, o gane Trump, pierden los trabajadores norteamericanos y los de otras nacionalidades que conforman la mano de obra inmigrante. Trump parece un espantajo que está destinado a expresar: “vote por el mal menor, vote por los demócratas”; lo que consideramos una posición muy peligrosa; demócratas o republicanos, los partidos burgueses de los EEUU practican una política funcional al imperialismo. Ya vimos derrumbarse el mito de que era un sistema solo para blancos, y la administración de Obama resultó tan guerrerista, tan agresiva, que no tiene nada que envidiar a su predecesor Bush; estamos seguros que veremos derrumbarse el mito de que con una mujer al frente de EEUU al mundo le iría mejor: ilusiones, puras ilusiones.

Ni la Clinton, ni Trump, y lamentamos la equivocada política del PC de los EEUU, que navega con bandera oportunista de elegir el mal menor. Cualquiera que gane será un enemigo jurado de los trabajadores de EEUU y de los pueblos del Mundo.

ICP: La violencia y la represión se aumenta, pero también vemos que la resistencia de las fuerzas progresistas y de los comunistas también crecen en números y en fuerza en Mexico y hay una potencial revolucionaria en la realidad Mexicana, y se hace notar. Cuales son los retos, las oportunidades y el potencial de la política revolucionaria en Mexico?

PB: Así es, la lucha de clases se intensifica, y el conflicto socioclasista está presente, es evidente. El antagonismo capital/trabajo marca los ritmos, sobre todo con las llamadas reformas estructurales que aplicó el Estado mexicanos, consistentes en medidas para desvalorizar el trabajo y buscar la estabilidad del sistema en medio de la crisis económica.

Nosotros consideramos maduras las condiciones para un proceso revolucionario, que según nuestras apreciaciones tendrá una naturaleza anticapitalista, antimonopolista y por el socialismo-comunismo. Consideramos que un gran obstáculo es por el momento el desencuentro entre las bases objetivas, los límites del capitalismo y las condiciones subjetivas que se encuentran de momento en retraso; por ello desde el V Congreso del PCM estamos trabajando por resolver esta cuestión con dos direcciones: construir un fuerte movimiento obrero y sindical clasista y el propio desarrollo partidario en las principales zonas estratégicas de la economía.

Estamos conscientes de que sin un partido comunista fuerte ningún proceso revolucionario tendrá posibilidades de triunfar.

Hay otras fuerzas revolucionarias o anticapitalistas en México, pero ninguna pone en el centro de su actividad en el proletariado; en el PCM insistimos en que será la clase obrera el epicentro de la transformación revolucionaria, esa es nuestra ventaja.

Unas palabras sobre un ingrediente necesario de los procesos revolucionarios: la unidad. Nosotros no la vemos como la simple suma de organizaciones, sino como unidad de clase, para ello trabajamos, luchando cada día en cada centro de trabajo.

Fuente:
http://icp.sol.org.tr/node/287
jueves, 11 de agosto de 2016

postheadericon (Audio) Ejército Nacional ingresa a la comunidad Shuar Nankitza

Compartimos la entrevista a Domingo Ankuash lider indígena shuar e integrante de Cámara Shuar en horas de la mañana, a propósito del desalojo de la comunidad shuar de Nankits, provincia de Morona Santiago, territorio ancestral de esta nacionalidad indígena Shuar por parte de la Policía Nacional y de las Fuerzas Armadas. el territorio indígena está en disputa por parte de la empresa china Explorcobres S.A, EXSA, filial de EcuaCorriente, la misma que ya estaría ingresando con maquinaria al sector.






postheadericon Resistencia AntiMinera en Morona Santiago Invasión de policías y militares en San Juan Bosco

Nueva Agresión Policial-Corporativa en la "Cordillera del Cóndor"-Morona Santiago, nuevavemente una comunidad shuar es violentada por el gobierno de alianza país, asedian las comunidades de habitantes shuar para asegurar el asentamiento de las corporaciones mineras:

Invasión de policías y militares en San Juan Bosco. Ha sido ya desalojado Nankints, bastión de resistencia shuar contra la mega minería en la Cordillera del Cóndor. Solidaridad y fuerza para la población shuar que enfrenta un nuevo agravio colonial.




lunes, 25 de julio de 2016

postheadericon “La izquierda tiene que repensar su aparato teórico y táctico”: David Harvey




David Harvey, uno de los pensadores marxistas más prominentes de nuestro tiempo, se sentó con el activista colectivo AK Malabocas a discutir las transformaciones en el modo de acumulación capitalista, la centralidad del terreno urbano en las luchas de clase contemporáneas, y las implicancias de todo esto para la organización anti-capitalista.

AK Malabocas: En los últimos 40 años, el modo de acumulación capitalista ha cambiado globalmente. ¿Qué significan estos cambios para la lucha contra el capitalismo?

DH: Desde una perspectiva macro, cualquier modo de producción tiende a generar un tipo distintivo de oposición, la cual es un espejo curioso de sí mismo. Si miras atrás, en los ’60 o ’70, cuando el capital estaba organizado en grandes formas corporativas, jerárquicas, tenías estructuras de oposición que eran corporativas, tipos sindicalistas de aparatos políticos. En otras palabras, un sistema fordista generaba una oposición de tipo fordista.

Con el quiebre de esta forma de organización industrial, particularmente en los países capitalistas avanzados, se terminaba con una configuración del capital mucho más descentralizada: más fluida sobre el espacio y el tiempo que lo pensado previamente. Al mismo tiempo veíamos el surgimiento de una oposición que está ligada a las redes, a la descentralización y a la que no le gusta la jerarquía y las formas previas de oposición de tipo fordista.

Así, que de una manera curiosa, las y los militantes de izquierda se reorganizan a sí mismos en el mismo modo en el que la acumulación del capital se reorganiza. Si entendemos que la izquierda es una imagen en espejo de lo que estamos criticando, entonces tal vez lo que debamos hacer es romper el espejo y salir de esta relación simbiótica con aquello que estamos criticando.

MK: ¿En la era fordista, la fábrica era el principal sitio de resistencia. Dónde podemos encontrarla ahora que el capital se ha movido lejos del piso fabril hacia el terreno urbano?

DH: Antes que nada, la forma fabril no ha desaparecido. Todavía encuentras fábricas en Bangladesh o en China. Lo que es interesante es cómo el modo de producción en las ciudades centrales cambió. Por ejemplo, el sector logístico se ha expandido: UPS, DHL y todos sus trabajadores y trabajadoras están produciendo valores enormes hoy en día.

En las últimas décadas, un gran cambio tuvo lugar en el sector servicios también: los más grandes empleadores de mano de obra en la década de 1970 en los Estados Unidos eran General Motors, Ford y US Steel. Los más grandes empleadores de mano de obra hoy son Mc Donalds, Kentucky Fried Chicken y Walmart. Antes, la fábrica era el centro de la clase obrera, pero hoy encontramos a la clase obrera más que nada en el sector servicios. ¿Por qué diríamos que producir autos es más importante que producir hamburguesas?

Desafortunadamente la izquierda no se siente cómoda con la idea de organizar a los trabajadores y trabajadoras de la comida rápida. Su imagen de la tradicional clase obrera no encaja con la producción de valor de los trabajadores y trabajadoras de servicios, los de distribución, de restaurants, de los supermercados.

El proletariado no desapareció, pero hay un nuevo proletariado que tiene características diferentes del que tradicionalmente la izquierda solía identificar como la vanguardia de la clase trabajadora. En este sentido, las y los trabajadores de Mc Donalds se convirtieron en las y los trabajadores metalúrgicos del siglo XX.

MK: ¿Si esto es lo que es el nuevo proletariado, cuáles son los lugares desde organizar la resistencia hoy?

DH: Es muy difícil de organizar en los lugares de trabajo. Por ejemplo, las y los trabajadorss de la distribución se mueven de un lado a otro. Así que esta población tal vez podría organizarse mejor fuera del lugar de trabajo, quiero decir, en sus estructuras barriales.

Hay una frase interesante en el trabajo de Gramsci de 1919 que dice que organizarse en el lugar de trabajo y tener concejos fabriles está muy bien, pero que deberíamos tener también concejos en los barrios también. Y los concejos de los barrios, dijo, tienen un mejor entendimiento de lo que son las condiciones de toda la clase trabajadora, comparado con el entendimiento sectorial de la organización en el lugar de trabajo.

Las organizadoras y organizadores fabriles solían saber muy bien lo que un trabajador metalúrgico era, pero no entendían lo que el proletariado era como un todo. La organización barrial habría incluido, por ejemplo, a los trabajadores y trabajadoras de la limpieza urbana, de la distribución y las trabajadoras doméstica. Gramsci nunca tomó esto y dijo: “Vamos! el Partido Comunista debería organizar asambleas barriales”

No obstante, hay algunas excepciones en el contexto europeo donde los partidos comunistas organizaron, de hecho, concejos barriales, porque no podían organizarlos en las fábricas, por ejemplo en España. En la década de 1960 esta era una forma de organización muy poderosa. Por ello, como he discutido por un largo tiempo, deberíamos ver la organización barrial como una forma de organización de la clase. Gramsci sólo lo mencionó una vez en sus escritos y nunca lo desarrolló más en profundidad.

En Gran Bretaña en los ’80, hacía formas de organización laboral en plataformas a lo largo de la ciudad, sobre la base de concejos de oficios, que estaban haciendo lo que Gramsci sugirió. Pero dentro del movimiento sindical, estos concejos siempre fueron mirados como formas inferiores de organización laboral. Nunca se los trató como un componente fundacional de cómo el movimiento sindical debería operar.

De hecho, ocurrió que los concejos de oficios fueron a menudo mucho más radicales que los gremios tradicionales y eso era porque estaban basados en las condiciones de toda la clase trabajadora, no sólo de los sectores más privilegiados de la clase. Así, al punto de que estos tenían una definición mucho más amplia de la clase, los concejos tendieron a darse políticas mucho más radicales. Pero esto nunca fue valorado por el movimiento sindical en general, siempre fue mirado como un espacio en el que lxs radicales podían actuar.

Las ventajas de esta forma de organización son obvias: supera la brecha entre organizarse de manera sectorial, incluye todas las formas de trabajo “desterritorializado” y es muy adaptable a nuevas formas de organizaciones comunitarias y de base asamblearia, como Murray Boockchin planteó, por ejemplo.

MK: En las recientes oleadas de protesta -en España y Grecia, por ejemplo, o el movimiento Occupy- puedes encontrar esta idea de “localizar la resistencia”. Pareciera que estos movimientos tienden a organizarse alrededor de cuestiones de la vida cotidiana, más que en torno a grandes cuestiones ideológicas en las que la izquierda tradicional solía enfocarse.

DH: Por qué dirías que organizarse alrededor de la vida cotidiana no es una de las grandes cuestiones. Yo creo que es una de las grandes cuestiones. Más de la mitad de la población mundial vive en ciudades, y la vida cotidiana urbana es a lo que la gente está expuesta y en lo que encuentra dificultades. Estas dificultades residen tanto en la esfera de realización del valor como en la esfera de la producción del valor.

Este es uno de mis más importantes argumentos teóricos: todo el mundo lee el Volumen I del Capital y nadie lee el Volumen II. El Vol I es acerca de la producción del valor, el II es sobre la realización del valor. Al enfocarse en el Vol II, puedes ver claramente que las condiciones de realización son tan importantes como las de producción.

Marx a menudo hablaba de la necesidad de ver al capital como la unidad contradictoria entre la producción y la realización. Donde el valor es producido y donde es realizado son dos cosas diferentes. Por ejemplo, mucho valor es producido en China y, de hecho, es realizado por Apple o por Walmart en los Estados Unidos. Y, por supuesto, la realización del valor trata de la realización del valor por medio de costoso consumo de la clase obrera.

El capital puede conceder salarios más altos en el punto de la producción, pero luego los recupera en el punto de la realización por el hecho de que los trabajadores y trabajadoras tienen que pagar alquileres y gastos de vivienda más elevados, costos de teléfono, tarjetas de crédito y así sucesivamente. Así que las luchas de clase en torno a la realización, alrededor de viviendas más baratas por ejemplo, son tan significativas para la clase trabajadora como las luchas acerca de salarios y condiciones de trabajo. Cuál es el punto de tener un salario más alto si te es inmediatamente extraído en términos de gastos más elevados para tener un techo?

En su relación con la clase trabajadora, los capitalistas han aprendido hace mucho que pueden hacer un montón de dinero recuperando lo que antes habían entregado. Y, al punto que -particularmente en los 60 y 70- lxs trabajadorxs se empoderaron de manera creciente en la esfera del consumo, así que el capital comienza a concentrar mucho más en extraer valor a través del consumo.

Así que las luchas en la esfera de la realización, que no eran tan fuertes en los tiempos de Marx, y el hecho de que nadie lea el maldito libro (Vol II), es un problema para la izquierda convencional. Cuando vos me decís: “¿cuál es el problema macro aquí?”- bueno, ¡esto es un problema macro! La concepción del capital y la relación entre producción y realización. Si no ves la unidad contradictoria entre ambos entonces no vas a tener la imagen completa. Tiene lucha de clases escrita todo alrededor y no puedo entender por qué un montón de marxistas no logran ver cuán importante es esto.

El problema es cómo entendemos a Marx en el 2015. En los tiempos de Marx, la extensión de la urbanización era relativamente conveniente y el consumo de la clase trabajadora era casi inexistente, así que de lo único que Marx tenía que hablar era acerca de la clase trabajadora arreglándoselas para sobrevivir con un salario magro y cómo eran bastante sofisticados para hacerlo. El capital los dejaba hacer con sus propios dispositivos lo que les gustaba.

Pero hoy en día, vivimos en un mundo en el que el consumo es responsable de casi el 30 % de la dinámica de la economía global; en EE UU llega al 70 %. Así que ¿por qué estamos aquí sentados y diciendo que el consumo es casi irrelevante, pegándonos al Volúmen I y hablando acerca de la producción en lugar del consumo?

Lo que hace la urbanización es forzarnos a cierto tipo de consumo, por ejemplo: tienes que tener un auto. Y tu estilo de vida está dictado en muchos sentidos por la forma que toma la urbanización. Y de nuevo, en los tiempos de Marx esto no era significativo, pero en nuestros días es crucial. Tenemos que amigarnos con formas de organización que de hecho reconozcan este cambio en la dinámica de la lucha de clases.

Los grupos que marcaron los recientes movimientos con su estilo, viniendo de tradiciones anarquistas y autonomistas, están mucho más metidos en la política de la vida cotidiana, mucho más que las y los marxistas tradicionales.

Les tengo mucha simpatía a las y los anarquistas, tienen una mucha mejor línea en este tema, precisamente al lidiar con la política del consumo y su crítica acerca de lo que el consumo es. Parte de su objetivo es cambiar y reorganizar la vida cotidiana alrededor de nuevos y diferentes principios. Así que creo que esto es un punto crucial hacia el cual mucha de la acción política debería ser dirigida en estos días. Pero desacuerdo con vos cuando decís que esta no es una “gran cuestión”.

MK: Así que, mirando ejemplos de Europa del Sur -redes de solidaridad en Grecia, auto-organización en España o Turquía- parece ser muy crucial para construir movimientos sociales alrededor de la vida cotidiana y las necesidades básicas en estos días. ¿Ves esto como un acercamiento promisorio?

DH: Creo que es muy promisorio, pero hay una clara limitación ahí, lo que es un problema para mí. La propia limitación es la reticencia para tomar el poder en algún punto. Bookchin, en su último libro, dice que el problema con las y los anarquistas es su negación del significado del poder y su inhabilidad para tomarlo. Bookchin no va tan lejos, pero yo creo que es su rechazo a ver al Estado como un posible aliado hacia la transformación radical.

Hay una tendencia a considerar al Estado como enemigo, el enemigo al 100 %. Y hay muchos ejemplos de estados represivos fuera del control público en el que este es el caso. No hay duda: el estado capitalista debe ser combatido, pero sin dominar el poder del estado y sin tomarlo, pronto vuelves a la historia de lo que pasó por ejemplo en 1936 y 1937 en Barcelona y luego en toda España. Al rechazar tomar el Estado en un momento en el que tenían el poder para hacerlo, los revolucionarios y revolucionarias de España permitieron que el estado volviera a caer en las manos de la burguesía y del ala estalinista del movimiento comunista. Y el estado se reorganizó y aplastó la resistencia.

MK: Eso puede ser cierto para el estado español en la década de 1930, pero si miramos al estado neoliberal contemporáneo y el retroceso del estado de bienestar, ¿que queda de estado para conquistar, para aprovechar?

DH: Para empezar, la izquierda no es muy buena para responder la pregunta de cómo construimos infraestructura masiva. ¿Como construirá la izquierda el puente de Brooklyn, por ejemplo? Toda sociedad reposa sobre grandes infraestructuras, infraestructuras para toda una ciudad, como el suministro de agua, electricidad, etc. Yo creo que hay una gran reticencia dentro de la izquierda para reconocer que necesitamos diferentes formas de organización.

Hay áreas del aparato de estado, aún del aparato de estado neoliberal, que son terriblemente importantes; el centro de control de enfermedades, por ejemplo. ¿Cómo respondemos a epidemias globales como el Ébola o similares? No puedes hacerlo al modo anarquista del “hazlo tu mismo o tú misma”. Hay muchas instancias en las que necesitas alguna forma de infraestructura de tipo estatal. No podemos confrontar el problema del calentamiento global a través de formas descentralizadas de confrontación y actividades solamente.

Un ejemplo que es frecuentemente mencionado, a pesar de sus muchos inconvenientes, es el Protocolo de Montreal para enfrentar el uso de clorofuorocarbono en heladeras para limitar la afectación de la capa de ozono. Fue reforzada de manera exitosa en los ’90 pero necesitó de un tipo de organización que es muy diferente a aquella que proviene de una política basada en asambleas.

MK: Desde una perspectiva anarquista, yo diría que es posible reemplazar aún instituciones supranacionales como la OMS con organizaciones confederales que serían construidas de abajo hacia arriba y que eventualmente arribarían a una toma de decisiones global.

DH: Quizás a un cierto grado, pero tenemos que ser conscientes de que siempre habrá algún tipo de jerarquías y de que siempre enfrentaremos problemas como la responsabilidad o el recurso correcto. Siempre habrá relaciones complicadas entre, por ejemplo, gente lidiando con el problema del calentamiento global desde el punto de vista del mundo como un todo y desde el punto de vista de un grupo que está en el territorio, digamos, en Hanover o similar, y que se pregunta, por qué debería escuchar lo que ellxs están diciendo?

MK: Entonces, ¿crees que esto requeriría alguna forma de autoridad?

DH: No, va a haber estructuras de autoridad de cualquier modo, siempre las habrá. Nunca he estado en una reunión anarquista en la que no hubiera una estructura de autoridad secreta. Está siempre esa fantasía de todo siendo horizontal, pero me siento, miro y pienso, “oh dios, hay toda una estructura jerárquica acá pero está encubierta”

MK: Volviendo a las protestas recientes alrededor del Mediterráneo, muchos movimientos se han concentrado en luchas locales. ¿Cuál es el siguiente paso hacia la transformación social?

DH: En algún punto tenemos que crear organizaciones que sean capaces de ensamblar y reforzar el cambio social en una escala más amplia. Por ejemplo, será ¿Podemos en España capaz de hacer eso? En una situación caótica como la crisis económicas de los últimos años, es importante que la izquierda actúe. Si la izquierda no lo hace, entonces la derecha será la siguiente opción. Yo pienso -y odio decirlo- que la izquierda tiene que ser más pragmática en relación a las dinámicas que están ocurriendo ahora.

MK: ¿Más pragmática en qué sentido?

DH: Bueno, ¿por qué apoyé a SYRIZA aunque este no fuera un partido revolucionario? Porque abría un espacio en el que algo diferente podía pasar y eso era una movida progresiva para mí.

Es un poco como Marx diciendo: el primer paso hacia la libertad es la limitación de la duración de la jornada de trabajo. Demandas muy estrechas abren un espacio para resultados más revolucionarios, y aún cuando no hay ninguna posibilidad para ningún resultado revolucionario, tenemos que buscar soluciones de compromiso que sin embargo se apartan del sinsentido de la austeridad neoliberal y abren el espacio en el que nuevas formas de organización pueden tener lugar.

Por ejemplo, sería interesante si Podemos buscara organizar formas de confederalismo democrático, porque en cierto modo Podemos surgió de un montón de reuniones de tipo asambleario teniendo lugar a lo largo de España, así que tienen mucha experiencia con ese tipo de estructura.

La cuestión es cómo conectarán la forma asamblearia a formas más permanentes de organización, en relación a su creciente posición como un partido fuerte en el parlamento. Esto también vuelve a la pregunta de la consolidación del poder: tienes que encontrar maneras de hacerlo, porque si no la burguesía y el capitalismo corporativo van a encontrar modos de reafirmarse y tomar nuevamente el poder.

MK: ¿Qué piensas acerca del dilema de las redes de solidaridad llenando el vacío que dejó la retirada del estado de bienestar e indirectamente convirtiéndose en un aliado del neoliberalismo en ese sentido?

DH: Hay dos formas de organizarse. Una es el vasto crecimiento del sector ONG, pero mucho de eso está financiado de manera externa, no son organizaciones de base, y eso no se acerca a la cuestión de los grandes donantes que marcan la agenda, la cual no será una agenda radical. Aquí nos acercamos a la privatización del Estado de bienestar. Esto me parece que es muy diferente políticamente a las organizaciones de base en las que la gente dice “Ok, el estado no se ocupa de nada, así que vamos a tener que hacernos cargo de nosotros y nosotras mismas” Esto me parece que tiende a formas de organizaciones de base con un status político muy diferente.

MK: Pero ¿cómo evitar llenar esa brecha al ayudar, por ejemplo, a gente desempleada para que no sean exprimidos por el estado neoliberal?

DH: Bueno, tiene que haber una agenda anti-capitalista, para que cuando el grupo trabaje con gente todo el mundo sepa que no se trata sólo de ayudarla a arreglárselas sino que hay todo un intento organizado de tratar de cambiar políticamente el sistema en su integralidad. Esto quiere decir tener un proyecto político muy claro, lo cual es problemático con tipos de movimientos no centralizados, no homogéneos, donde alguna gente trabaja de un modo, otra trabajan de manera diferente y no hay ningún proyecto colectivo en común.

Y esto se conecta con la primera pregunta que hiciste: no hay coordinación acerca de lo que son los objetivos políticos. Y el peligro es que sólo estes ayudando a la gente a arreglárselas y que no haya política saliendo de ahí. Por ejemplo, Occupy Sandy ayudó a la gente a volver a sus casa e hizo un maravilloso trabajo, pero en última instancia, hicieron lo que la Cruz Roja y los servicios de emergencia federales deberían haber hecho.

MK: El fin de la historia parece haber pasado de largo. Mirando las condiciones actuales y los ejemplos concretos de lucha anti capitalista, ¿piensas que “ganar” es todavía una opción?

DH: Definitivamente; y más aún, tienes fábricas ocupadas en Grecia, economías solidarias a través de cadenas productivas siendo forjadas, instituciones de democracia radical en España y muchas cosas hermosas ocurriendo en muchos otros lugares. Hay un crecimiento saludable del reconocimiento de que necesitamos ser mucho más amplios y amplias en lo que concierne a la política en todas esas iniciativas.

La izquierda marxista tiende a desdeñar un poco estas cosas y creo que está equivocada. Pero al mismo tiempo no creo que ninguna de estas cuestiones sea lo suficientemente grande en sí misma como para lidiar con las estructuras fundamentales de poder que necesitan ser desafiadas. Aquí hablamos de nada menos que del Estado. Así que la izquierda debe repensar su aparato teórico y táctico.


Original inglés: ROAR magazine

Traducción: de Gabriela Mitidieri para Democracia Socialista, editado por VIENTO SUR

Fuente: Rebelión
sábado, 16 de julio de 2016

postheadericon No existe otra alternativa, sino el Poder del Pueblo





El Partido Comunista, llama a todo nuestro pueblo a organizarse contra todas las fuerzas enemigas del pueblo y la humanidad, empezando con AKP.


No tenemos todos los detalles de lo ocurrido durante el intento de golpe de Estado que tuvo lugar en Turquía en las horas entre el 15 de julio y 16 de julio.

Sin embargo, sabemos muy bien que los planes que son apoyados por fuerzas extranjeras, que no tienen en su poder a la clase obrera, no pueden derrotar el oscurantismo del AKP y resolver los problemas de Turquía.(1)

Los acontecimientos de hoy nos recuerda a la siguiente realidad una vez más: o bien el pueblo de Turquía se organiza y se deshace del AKP o la política reaccionaria del AKP se intensificará, aumentará la represión, masacres, el saqueo y el robo continuarán.

El único poder que puede derribar a AKP es el poder del pueblo, no hay otra alternativa.

AKP es responsable de todo lo que tuvo lugar esta noche. Todos los factores que llevaron a la situación actual y las condiciones son el producto del régimen de AKP y de los jefes nacionales y extranjeros que apoyan al AKP. Sin embargo, el hecho de que el principal responsable es el AKP no significa que el intento de golpe fue uno orquestado por el propio Erdogan, con el fin de lograr sus objetivos, tales como la pavimentación de la ruta de acceso a una presidencia ejecutiva o eliminar los obstáculos que enfrenta la nueva constitución.

La tensión y la rivalidad entre los diferentes grupos dentro del estado y de las fuerzas armadas que se conoce existen hace algún tiempo se ha convertido en un conflicto armado. Mientras que la tensión entre estas fuerzas es real, es una mentira que cualquiera de las partes en este conflicto representen los intereses del pueblo. Después de esto, la búsqueda de la solución contra el gobierno de AKP en un golpe militar es tan erróneo como prestar ningún apoyo a AKP con el pretexto de tomar una posición en contra de los golpes militares por cualquier razón. La última cosa que se debe hacer en el nombre de apoyo a la libertad y los derechos humanos en Turquía es prestar apoyo a AKP que ha demostrado una y otra vez que es un enemigo de la humanidad.

Si bien no han orquestado este golpe, Erdogan y el AKP harán un esfuerzo por utilizar las condiciones resultantes y el apoyo que recibieron de los medios para aumentar su legitimidad. Nuestro pueblo debe estar alerta contra los pasos que el AKP tomará en los días por venir. El aumento de la lucha contra el AKP y su oscurantismo es la única manera de frenar este intento fallido  de golpe de estado resultante en la solidificación del régimen del AKP y la transformación de ello en una herramienta para tornar estable a la Turquía inestable del AKP. El hecho de que todas las mezquitas en Turquía han difundido la propaganda continua de Erdogan toda la noche es una indicación concreta de la urgencia de nuestra tarea en cuestión.

El Partido Comunista está pidiendo a nuestro pueblo a organizarse en las filas del Partido contra los enemigos del pueblo y de la humanidad.

La liberación está en nuestras propias manos.

Partido Comunista, Turquía.

07/16/2016



Notas:


(1) AKP en turco: Adalet ve Kalkınma PartisiPartido de la Justicia y el Desarrollo, partido de la derecha islámica de Erdogan.





Fuente:

jueves, 14 de julio de 2016

postheadericon EL CONGRESO DE LA CTE Y LA UNIDAD DEL MOVIMIENTO OBRERO


Aún no declina la alegría del éxito alcanzado en el transcurso del XXV Congreso de la Confederación de Trabajadores del Ecuador y aún con cabeza caliente es pertinente hacer un par de reflexiones sobre lo que allí ocurrió y su significado, pues no es suficiente con el regocijo interno o con la satisfacción de los resultados.

Este tipo de eventos suelen desarrollarse en medio de discrepancias, reclamos e incluso escaramuzas o enfrentamientos entre sectores de trabajadores o la participación de listas que enfrentan a los diferentes grupos, con el abandono de algunos de ellos en ocasiones y con el distanciamiento de los grupos contrincantes, lo cual se constituye en un debilitamiento del movimiento obrero y de los trabajadores.

En esta ocasión el Congreso celebrado se mantuvo de principio a fin, dentro de los mejores términos y relaciones entre las delegaciones participantes y eso evidentemente es parte de la felicidad y el éxito, como resultado de una cohesión de los trabajadores en torno a sus organizaciones y a la Confederación, ya que han identificado que tienen en común un mismo enemigo de clase, que es una política antiobrera, que amenaza con la existencia de su movimiento y que ha violentado derechos históricamente consagrados, incluso considerados ya como parte de los derechos humanos, la huelga, la sindicalización y la contratación colectiva, sin mencionar la agresión desde todas las funciones del Estado en contra de trabajadores, campesinos, jóvenes, mujeres, ancianos y discapacitados, la criminalización de la protesta social y juicios en contra de jóvenes, de dirigentes sindicales y de campesinos, en tanto se beneficia a los grandes millonarios, a la banca y a las transnacionales, y simultáneamente se vende ante el mundo una falsa imagen de lo que acontece en el Ecuador.

El congreso contó a tiempo completo con la presencia de delegaciones internacionales y de la Federación Sindical Mundial de la cual orgullosamente somos parte, y contó también en la Sesión Inaugural con la presencia de las otras tres centrales sindicales integrantes del Frente Unitario de Trabajadores, con la CEOSL, la CEDOC y la UGTE, con la presencia de la UNE y del Frente Popular y de otras organizaciones sociales participantes en el FUT.

Sobre estas organizaciones que nos acompañaron es necesario hablar, porque hay sectores especialmente fuera de la CTE que ahora cuestionan que estemos juntos, pero debemos recordar que el FUT existe hace 40 años como el referente de las luchas de clase en el Ecuador, que fuimos parte de los promotores e impulsadores de ese Frente, porque quienes se encuentran en las diferentes centrales sindicales son trabajadores con similares derechos, con los mismos explotadores, son agredidos por igual por la patronal y la derecha que almuerza y cena en el palacio de gobierno. Porque el principio de unidad de los trabajadores partió desde los años 1800, cuando Marx y Engels fundaron la AIT, la Asociación Internacional de los Trabajadores, conocida como la Primera Internacional y fue esa Asociación la que les encargó a los dos escribir el Manifiesto Comunista, y cuando esta AIT desapareció luego de la muerte de Marx, identificó Engels la necesidad de continuar y fundó la Segunda Internacional, pero era con todos los trabajadores, de todas las tendencias y países, condiciones y organizaciones posibles, al calor de un intenso debate ideológico, posteriormente las condiciones demandaron la creación de una nueva organización la Tercera Internacional conocida como Internacional Comunista fundada por Lenin, pero la consigna fue siempre la de unir a todo el movimiento obrero posible, o acaso se han olvidado de la consigna famosa de “Proletarios de todos los países uníos” hoy más vigente que nunca cuando la derecha arremete en todo el planeta en unos lugares con su propio uniforme de derecha y en otros con uno ajeno y disfrazados de revolucionarios, como en el caso del Ecuador.

El documento de la CTE lo recoge y volveremos a repetir que el Art. 2 de sus Estatutos fundacionales de 1944 que habla de los objetivos de la Confederación dice: “n) Por construir la unidad de los trabajadores dentro de las normas organizativas de la CTE y de sus principios, como elemento indispensable para obtener los objetivos ya señalados”. Y en los Estatutos de 1990 aún vigentes en el Art. 3 que se refiere a los fines principales de la CTE dice: “e) Trabajar por la unidad orgánica de todos los trabajadores en una sola Central Nacional...” y mientras eso diga lo seguiremos cumpliendo y eso no lo vamos a cambiar. Eso es lo que en cualquier país se requiere de sus trabajadores, obreros, campesinos, sectores populares para un proceso revolucionario, en eso estamos hace más de cuatro décadas y en eso seguiremos hasta triunfar.

El Congreso demostró que la posiciones antiobreras y conciliadoras, que las posiciones socialdemócratas al interior de los trabajadores, son cada vez más débiles, tanto de ellos como de sus asesores y de todos los que se han reunido para hacer el coro a quienes están en contra de los trabajadores, de quienes han coincidido bajo los principios de la traición al movimiento obrero, de testaferros políticos que han prestado sus nombres y el de las organizaciones que no les pertenecen para llevarlas por otro rumbo, pero los trabajadores que conforman esas organizaciones cada vez están más conscientes de eso y en número creciente manifiestan su deseo de reintegrarse a la CTE; tendrán en esas organizaciones que depurar sus filas, identificar a esos dirigentes corruptos que se vendieron al enemigo de clase, expulsarlos de sus filas y asumir con dignidad su rol junto a las organizaciones de clase, que no traicionamos a los trabajadores.

Ese fue el contenido del XXV Congreso, después de atravesar tiempos difíciles, necesitamos profundizar la lucha ideológica, esto es desenmascarar el engaño a los trabajadores y al pueblo, y para ello los trabajadores y sus dirigentes requieren estar armados con la teoría revolucionaria, para no ser víctimas de los cantos de sirena. Los trabajadores demandan capacitación, pero no solamente la capacitación sindical sino una formación ideológica política que les permita ser mejores dirigentes sindicales y esa capacitación estamos en condiciones de dárselas a los trabajadores y a todos los que requieran de ella, pues la teoría revolucionaria del marxismo leninismo, es parte de los logros de la humanidad y está a disposición de ella, pero obviamente que a quienes les sirve como instrumento de liberación es a los obreros, a los trabajadores y sectores populares.

Estas no son las sabatinas del Presidente para decir que todo está bien, tenemos demasiadas falencias en el movimiento obrero, en las organizaciones de trabajadores, sociales y populares en buena parte debido a toda la agresión ideológica de que hemos sido víctimas ante un aparato de propaganda ideológica falsa desde una supuesta izquierda gubernamental, que no hemos podido enfrentar porque no disponemos de los medios que el gobierno si los tiene, y si los habríamos tenido ya los habrían clausurado. Es una batalla extremadamente desigual, pero estamos del lado de la clase más y verdaderamente revolucionaria en el capitalismo que es la clase obrera, que son los trabajadores, y junto a ellos los demás explotados y eso nos da la seguridad del triunfo y de la construcción de una nueva sociedad de los trabajadores, esa sociedad del socialismo a secas porque no existe ningún otro socialismo, porque no es posible una sociedad de los trabajadores junto al dominio económico de sus explotadores. Porque no es posible construir socialismo dirigidos por un presidente que considera que el capitalismo moderno nos conviene a todos, porque el socialismo no se lo hace a nombre de los trabajadores, sino que son los trabajadores quienes lo construyen.

Siendo autocríticos, no podemos echar la culpa a otros de que ellos hagan lo que nosotros hemos dejado de hacer, muchos de los nuestros han abandonado el qué hacer, para dedicarse al qué decir. La primera y fundamental condición o principio para estar en el FUT es la defensa de los derechos de los trabajadores, esto no es negociable, cualquier otra cosa la podemos discutir; no importa tanto el pasado sino el presente de las organizaciones, porque si algunas en el pasado estuvieron en un camino equivocado y hoy están en el correcto del lado de los trabajadores, allí tenemos que estar; otras organizaciones que incluso fueron parte de nosotros como la Federación Ecuatoriana de Indígenas y que fue como muchas otras cooptada por el gobierno, en cuanto corrijan su camino y estén del lado de la defensa de los campesinos, de los trabajadores y explotados, como históricamente lo hicieron, serán bienvenidas nuevamente a nuestras filas, porque nuestra política es de unidad, porque el gobierno utiliza la resta y la división de todo tipo de organizaciones, en tanto que nuestras operaciones son de suma y de multiplicación. Pues son esas organizaciones la materia prima para la revolución.

Fue este Congreso como habríamos querido que sean muchos otros congresos anteriores, y por ello nos felicitamos y felicitamos a los trabajadores que pertenecen a nuestra Confederación, así como también a las otras centrales que conforman el FUT y a las organizaciones que son parte del Colectivo Nacional de Dirección, pues como lo recoge la consigna del Congreso y como lo demuestra la reelección del c. Edgar Sarango como Presidente de la CTE: “Estamos en el camino correcto” y seguiremos en él.

Lisímaco Velasco
ASESOR POLÍTICO CTE

miércoles, 13 de julio de 2016

postheadericon René Ramirez pescado con las manos en la masa

Publicado en julio 12, 2016 en La Info por Roberto Aguilar

Que Analía Minteguiaga, esposa de René Ramírez, cobró doble sueldo en el Instituto de Altos Estudios Nacionales, donde ocupa el cargo e vicerrectora, es algo que fue demostrado con documentos oficiales bastante contundentes en un reportaje de Fundación Mil Hojas. El artículo circuló profusamente en las redes sociales durante días sin que los aludidos dijeran ni pío. Sin embargo, cuando el candidato Guillermo Lasso se refirió al tema de pasada, Ramírez experimentó un repentino arrebato de amor propio y, con la teatral indignación que requieren las cuestiones del honor sagrado, lanzó un desafío por el Twitter.


Rosana Alvarado, vicepresidenta de la Asamblea, puso las manos al fuego por sus compañeros con la ruidosa precipitación que la caracteriza y pidió pruebas a los acusadores. Se ve que no había leído Mil Hojas.

48 horas pasan pronto. El plazo del ultimátum se cumplió –si se consideran únicamente días hábiles– este martes 12 de julio a las 15h39. Ya debió René Ramírez llevar el caso ante los tribunales con los mismos aspavientos con que lanzó su advertencia. Sin embargo, hay razones que llevan a suponer que no hará nada. Ocurre que la movida administrativa que perpetraron en el IAEN para desaparecer las evidencias del doble sueldo de la vicerrectora (movida en la que seguramente se basaba la inaudita seguridad con que René Ramírez se lanzó a defender lo indefendible) fue descubierta en cuestión de minutos.

Un video de Ecuador en Vivo explica de manera didáctica cómo fueron adulterados los documentos en los que constaba el doble sueldo de Minteguiaga. Ahí donde había dos partidas a su nombre (una por $5.556 y otra por $3.168), quedó solamente una: la mayor (obvio). Como todo en Internet, esta manipulación dejó una huella: la fecha de intervención quedó inequívocamente registrada. Fue el 6 de julio (jueves de la semana pasada) a las 08h22. Así cualquiera: después de desaparecer las evidencias el jueves, es fácil portarse gallito el viernes, lanzar desafíos, fijar plazos perentorios y hasta exclamar que con-la-honra-no-se-juega.




A Ramírez le bajaron lo gallito por un tubo. Ahora él y su esposa no sólo tienen que explicar lo del doble sueldo sino lo de la manipulación de documentos públicos, que es hasta más grave. La lista de delitos que una acción de este tipo configura es como una invitación a dar un paseo por el Código Penal. Primero, el más evidente, es el delito tipificado en el artículo 328: Falsificación y uso de documento falso. Dice lo siguiente:

“La persona que falsifique, destruya o adultere modificando los efectos o sentido de los documentos públicos, privados, timbres o sellos nacionales, establecidos por la Ley para la debida constancia de actos de relevancia jurídica, será sancionada con pena privativa de libertad de cinco a siete años. Cuando se trate de documentos privados la pena será de tres a cinco años. El uso de estos documentos falsos, será sancionado con las mismas penas previstas en cada caso”.

Pero también está el temible artículo 278: Peculado. Porque resulta que esta manipulación de documentos tiene sus efectos contables. Tres fueron los documentos intervenidos: los registros de remuneraciones correspondientes a los meses de febrero, marzo y abril de 2016. En cada uno de ellos desaparecen 3.168 dólares. En total, 9.504 dólares de las cuentas del IAEN se esfumaron en el aire. A no ser que la falsificación perpetrada para borrar evidencias sea mucho más ambiciosa e incluya también ajustes en la contabilidad del organismo, en cuyo caso nos encontraríamos ante las diferentes posibilidades del fraude. Depende del caso.

En resumen: para proteger a René Ramírez y Analía Minteguiaga aquí se cometió más de un delito. Se adulteró documentos públicos; se intervino en la contabilidad de un organismo del Estado; se borró evidencias de un probable delito. ¿Quién dio la orden? ¿Quién la ejecutó? ¿Hasta qué punto está implicado el titular del Senescyt? ¿Puede un funcionario público que falsificó o mandó a falsificar documentos permanecer en su cargo? ¿No debería Ramírez responder estas preguntas en lugar de andar haciéndose el bacancito por el Twitter?


Queda una pregunta adicional y es cuánto tributaba Analía Minteguiaga al SRI mientras recibía su doble salario. ¿Declaraba por los dos? ¿Por el mayor de ellos? ¿Por el menor? En fin, que esta telenovela recién empieza. En esto de hacer declaraciones juramentadas, Ramírez y Mintegueaga aún pueden depararnos más sorpresas. Él, por ejemplo, “advertido que fue de la gravedad de las penas de perjurio y poniendo a Dios como testigo”, juró ante notario que su departamento del edificio San Lucas, ubicado en las calles Paul Rivet y Whymper, tiene un valor de 50 mil dólares. Lo que significa una de dos cosas: o la pareja real de la academia correísta –tomando en cuenta el precio por metro cuadrado en ese sector, uno de los más caros de Quito– vive en un minidepartamento de 33 metros cuadrados, o René Ramírez debería considerar la dimensión de su rabo de paja antes de hacerse el gallito.

Arriba: en mayo pasado Rafael Correa visitó a la funcionaria de los dos salarios. Foto: Presidencia de la República


FUENTE: http://4pelagatos.com/2016/07/12/rene-ramirez-pescado-con-las-manos-en-la-masa/

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